Una oportunidad más



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 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
A veces somos como la higuera estéril. Aunque estamos en una tierra buena, rodeados de buenos aires, de los cuidados necesarios, nos falta algo.
No estamos secos ni marchitos, nuestra relación con Dios no está muerta, pero tampoco prospera.
La Biblia cuenta en otro pasaje que en cierta ocasión Jesús maldijo a una higuera y esta se secó, pero en esta oportunidad el viñador tuvo compasión  de la higuera y rogó al dueño de la viña que le diese una oportunidad más. Él se encargaría personalmente de cuidarla  y de darle las atenciones especiales para ayudarla a llevar su fruto.
Jesús es nuestro viñador. De no ser por Él, nuestra vida sobre esta tierra hace tempo habría desaparecido.
Cuando nos quedamos aislados de la vida en comunidad vamos perdiendo los nutrientes espirituales que necesitamos para tener una vida plena y un caminar espiritual lleno de la Presencia y el poder del Espíritu Santo, pero Cristo se encargará de ello.
Él sabe que no estamos secos, Él reconoce nuestro amor y nuestra fe, que, aunque algo caída, aún permanece. Puede que nadie a nuestro alrededor lo vea, puede que todos nos condenen diciendo que no servimos para nada, que nunca vamos a avanzar, que nuestra vida espiritual está inerte. ^Pero Cristo ve el interior de nuestro corazón, Él sabe que en poco tiempo y con sus cuidados, podremos reverdecer.

ORACIÓN

Señor Jesús, reconozco que he estado mucho tiempo sin avanzar porque me faltó nutrirme de tu Palabra y de tu Santo Espíritu. Hoy te pido perdón por eso  y me humillo ante Tí reconociendo que sin tí no podré salir adelante.  Ayúdame a fructificar. Haz que mis fuerzas y mi voluntad retornen a mi espíritu, para poder empaparme de tu Gracia y llenarme de tu Presencia. Señor Jesús, aboga por mi causa delante del Padre, sólo te pido una oportunidad más. Te amo Señor, aunque a veces bo lo demuestre por mi imperfección; aunque a veces me salga del camino y me llene de temor y de ira. Tú sabes que te amo. Gracias por todo lo que haces por mí. EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMÉN.

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